Excepto acerca de la obra poética de César Vallejo, son pocos los libros íntegramente dedicados al estudio de la obra de otros poetas peruanos y menos todavía los que ensayan visiones de conjunto de nuestra poesía. Y el número se encoge si se excluye los volúmenes que reúnen trabajos breves.
Del poeta poco, de su poesía nada
Por Abelardo Oquendo || La República, 19 Jun. 2006
Que la poesía es lo mejor de la literatura peruana es un viejo lugar común.
Sin embargo a esa poesía le faltan hasta ahora los estudios que merece. Excepto acerca de la obra poética de César Vallejo, son pocos los libros íntegramente dedicados al estudio de la obra de otros poetas peruanos y menos todavía los que ensayan visiones de conjunto de nuestra poesía. Y el número se encoge si se excluye los volúmenes que reúnen trabajos breves.
De aquí que sorprenda un libro tan extenso como el que Rodolfo Milla ha dado a la luz en torno del poeta Carlos Oquendo de Amat. Más aún porque sus setecientas páginas son solo el primer tomo de una obra mayor. Publicado por Hipocampo Editores el tomo tiene este brevísimo título: Oquendo. El contraste entre esa única palabra y las decenas de miles que se alinean detrás de su parquedad es similar al que se da entre la obra, mínima, de Carlos Oquendo de Amat y esta, abundante, escrita en su homenaje por Milla.
¿Qué se puede decir en setecientas páginas sobre los apenas 5 metros de poemas que son, salvo unos cuantos versos más, toda la poesía del extraordinario poeta puneño? En la primera mitad de este tomo Rodolfo Milla se ocupa de repasar la historia de Puno, de trazar la biografía de Carlos Belisario Oquendo Álvarez, padre del poeta, de exponer los orígenes del apellido Oquendo y de seguirle el rastro desde la España del siglo XIV hasta su arribo al Nuevo Mundo y su establecimiento en el Perú, en el siglo XVI.
Algo similar hace también con Amat, el apellido de la madre. Milla informa puntualmente de los cambios domiciliarios de doña Zoraida Amat Machicao en Lima, donde radica con el pequeño Carlos tras separarse del marido, y sobre los parientes con quienes se relaciona en la capital. Hasta 1917, año en el cual Carlos Oquendo de Amat es matriculado en el primer año de secundaria en el colegio Guadalupe, las referencias a él –razón de ser de este libro– son tan escasas como parcas. Y aun entonces más se entera el lector del colegio y de sus profesores que del futuro autor de los 5 metros de poemas .
Así se llega a la segunda mitad de este volumen, al momento en que el poeta ingresa a la Universidad de San Marcos, en 1922. Pero que el foco de atención de la obra se desplace de la familia del poeta a la persona del poeta no impide que las referencias a su entorno ocupen bastante más espacio que el relato de la vida de Carlos Oquendo de Amat. La digresión es el generador principal de las páginas de este tomo, donde el lector se enterará de múltiples y muy variadas cosas, no del todo hilvanadas, sobre el Perú de tiempos del poeta y acerca de la pequeña historia de algunos de sus actores literarios, pero obtendrá escasa información que contribuya a delinear mejor la personalidad de Oquendo de Amat y casi ninguna que ilumine la lectura de su poesía.
Y es que en este primer volumen –que concluye antes de que el poeta viaje a Europa– Milla no incide en asuntos propiamente literarios. La índole y los propósitos del tomo son otros y a ellos sirve la abundante, heterogénea y en parte novedosa información de que este libro se nutre.
FUENTE: https://larepublica.pe/archivo/278114-del-poeta-poco-de-su-poesia-nada/ publicado en La Republica, Lima el 19 Jun. 2006 | copiado el 28/07/2019