1934. La exposición se realiza en el segundo piso del portal de San Agustín, en la Plaza de Armas, donde ahora quedan instalados algunos restaurantes turísticos, en un local donde antes funcionaba la oficina de telégrafos. El vernisage va por todo lo alto, allí están los más connotados apellidos arequipeños de cualquier tiempo pasado fue mejor, las damas más bellas e inteligentes de la ciudad, la plaza de armas con el eco de la algazara ríe por sus cuatro esquinas, las estrellas tiemblan en el cielo azul infinito de la noche, el Tuturutu orina agua bendita hasta las cinco de la mañana; y el cierzo es champán francés. Allí se abraza lo más granado de la Ciudad Blanca.

Omar Aramayo y Mario Vargas Llosa

Fue hace siete años exactamente en el auditorio de la biblioteca nacional. En un evento organizado por Alvaro Lazo, "que me presentó a Vargas Llosa, y fue entonces que él me reconoció. Yo había editado entonces una biografía del novelista, en el fondo editorial de la univrrsidad, que se repartio gratuitamente a mil quinientos estudiantes". 

Exposición virtual

"Oquendo fue sepultado en el olvido hasta los años 60, por una crítica literaria anacrónica. (...) Desde entonces se han sucedido artículos periodísticos, tesis universitarias, libros, ediciones facsímiles o no parecidas; pero sobre todo, su lectoría, se ha hecho fervorosa. Y sin embargo, debiera dejar de ser un poeta de culto y entrar de lleno a las aulas de los colegios."

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