Para conmemorar el centenario del nacimiento de Carlos Oquendo de Amat, la Universidad Ricardo Palma ha hecho una edición en facsímil de "Cinco metros de poemas".
Abelardo Oquendo || La República, Lima 6 Jul. 2005
Para conmemorar el centenario del nacimiento de Carlos Oquendo de Amat, la Universidad Ricardo Palma ha hecho una edición en facsímil de Cinco metros de poemas. Quienes no alcanzaron ninguna copia de la que, años ha, hizo Petroperú del mismo libro tienen ahora, pues, una segunda oportunidad.
Pero ningún homenaje podría haber complacido tanto al poeta puneño como el ideado por quienes editan la revista Dedo crítico: pintar en los cerros precariamente urbanizados de Lima versos tomados de ese libro. Por primera vez en nuestro medio la poesía aparece en lugares antes ocupados por pintas políticas y convoca miradas a la manera de los letreros publicitarios.
Oquendo de Amat fue poeta y luchador social. Como político predicó la revolución y fue encarcelado y deportado. Como poeta hizo una revolución y fundó un territorio liberado que perdura, luminoso y feliz. Su nombre es Cinco metros de poemas.
Oquendo nació en 1905 y este año se cumple un siglo de ese acontecimiento. Vivió treinta y un años apenas y publicó, a los veintidós, un poemario único que contiene diecinueve poemas, nada más. Pero ellos y los tres que aparecieron en Amauta poco después bastaron para situarlo para siempre en la primera línea de la poesía peruana. Su acción política estuvo dirigida a forjar un mundo diferente y mejor. Su acción poética inauguró un mundo nuevo en nuestras letras, gozoso y diáfano, lúdico y tierno e iluminado por la sencillez. “Con frágiles y pequeñas imágenes que en muchos casos imitan la candidez infantil, nos propone reconciliarnos con una realidad que se muestra gris y deshumana, avivándola con los colores de la solidaridad, la imaginación y el amor”, escribe Daniel Salas Díaz.
Lo de reconciliarnos no se aviene muy bien con la ideología del ciudadano Oquendo, político radical. Tampoco con la estética del poeta, instalado en otra dimensión de la vida, donde no se reconcilia sino se recrea. Allí, dice Luis Hernán Castañeda, “genera nuevos objetos y modifica la posición de las cosas para hacerlas más alegres: este desorden a veces humorístico y desenfadado ofrece curiosos manjares”. Castañeda habla de “referencialidad genética” para caracterizar la poesía de Oquendo de Amat; pero ese es un tecnicismo que no cabe aquí. Digamos solamente que es difícil pensar en otros versos capaces de cantar con tanta alegría y sin disonar en esos cerros de Lima escalados por la miseria. Sin disonar, como los cinco metros de poemas purísimos floreciendo en el pecho de un luchador social.
FUENTE:
https://larepublica.pe/tendencias/302327-inquisiciones-poesia-en-los-cerros-una-celebracion/